En mi último viaje por tierras sevillanas, en el que pude descubrir los sorprendentes paisajes que conforman la provincia de Sevilla, no dudé en hacer un hueco en mi agenda para reencontrarme con una de las ciudades más fascinantes del sur. Tenía un objetivo claro, conocer el nuevo símbolo de la arquitectura contemporánea andaluza: las Setas de la Encarnación, también conocidas como Metropol Parasol, o como todo el mudo las llama, las Setas de Sevilla.
Cuando el taxi me dejó a los pies de la gran obra del arquitecto berlinés Jünger Mayer y pude contemplarla en toda su magnitud, dudé por un instante, como imagino dudaron los sevillanos cuando la vieron finalizada en marzo del 2011 tras años de polémicas por su sobrecoste económico y su diseño. ¿Una mole encajada en pleno casco antiguo de Sevilla o un seductor delirio arquitectónico? Mis sentidos lo decidieron en un instante. Estaba ante una construcción cuya lista de calificativos podría incluir única, vanguardista, sorprendente y, en mi humilde opinión, tremendamente atractiva. Valoraciones subjetivas al margen, una cosa está clara, las Setas de la Encarnación ya forman parte de la larga lista de imprescindibles de la capital hispalense.
Esta maravilla de la ingeniería está compuesta por cinco niveles en los que se ubican el Antiquarium, donde se pueden ver los restos arqueológicos de época romana descubiertos durante su construcción, el mercado de abastos y locales de restauración, la diáfana Plaza Mayor -concebida para albergar actividades de ocio y espectáculos-, y desafiando al cielo, la joya del proyecto, el Mirador Setas de Sevilla. Un sinuoso laberinto de pasarelas de más de 205 metros que nos permite contemplar Sevilla desde una privilegiada posición. A 28 metros de altura.
Es entonces, en el momento en que te plantas en su cima, cuando su potente fisonomía, la estructura de madera más grande del mundo, pasa a un segundo plano porque se enfrenta a un rival imposible de vencer: 360 grados que recorren Sevilla desde las alturas, de norte a sur, de este a oeste, hasta que la vista se pierde en el Aljarafe sevillano. Ya no importa que esté formada por seis parasoles cuyo diseño se inspira en las bóvedas de la Catedral de Sevilla, ni los más de tres mil metros cúbicos de madera de pino finés que se utilizaron, ni las 3.500 piezas que la componen, ni los 16 millones de tornillos que la ensamblan. Todo, absolutamente todo, se difumina bajo tus pies mientas tus ojos contemplan Sevilla a vista de pájaro.
Guiado por los diferentes paneles informativos, podrás identificar los modernos edificios de la Isla de la Cartuja, el Puente del V Centenario, la Catedral, la Plaza de España y prácticamente todos los campanarios de las iglesias sevillanas. El Oratorio de San Felipe Neri, el Divino Salvador, la Anunciación, Santa Cruz, San Bartolomé, San Pedro… Olvídate del reloj y de las prisas y disfruta de esta ventana panorámica que nos regala unas vistas increíbles. Y entre asombroso y asombro, entre foto y foto, relájate tomando algo casi a la vera de la Giralda.
¿El mejor momento para disfrutar de las Setas de Sevilla? A primera hora de la mañana o al atardecer, cuando mil colores tiñen el cielo sevillano y la ciudad empieza a iluminarse.
Tras visitar este emblema de la nueva Sevilla, puedes aprovechar para conocer sus alrededores recorriendo por ejemplo la calle Regina, con sus tiendas de ropa, estudios de arquitectura y librerías especializadas en arte. Otra estupenda opción es acercarte al llamado Soho sevillano, una zona revitalizada por jóvenes emprendedores situada entre la Alfalfa y la Plaza de la Encarnación que aboga por un comercio personalizado que recupera la tradición de lo artesanal. Calles que se salen de los caminos trillados como Pérez Galdós, Santillana, Ortiz de Zúñiga y Don Alonso el Sabio donde se dan cita diseñadores, modistas, peluqueros y nuevos chefs dispuestos a aportar su toque especial a la oferta gastronómica de la ciudad. Como dirían los anglosajones, shopping & culture.
Al caer la tarde, no lo dudes, acude a tu cita con el Guadalquivir, a la altura del puente de Triana, y siente cómo la capital de Andalucía se cuela por cada poro de tu piel. Enseguida comprobarás que Sevilla tiene mucho más que un color especial.

Cómo llegar a las Setas de Sevilla:
Dirección: Plaza de la Encarnación, 14, 1ºB. En autobús: Líneas 27 y 32. En metro: T1 Parada Plaza Nueva.
Horarios de acceso al Mirador Setas de Sevilla:
De domingo a jueves, de 10 a 23h. De viernes a sábado, de 10 a 23.30h. El ascensor que da acceso al mirador está en la planta subterránea junto al Antiquarium. Abre con regularidad los días festivos salvo Navidad, y el precio de la entrada es de 3€ con consumición gratuita. Gratis para menores de 12 años.
Más información: Setas de Sevilla
Gracias por acercar los atractivos de Sevilla a tus seguidores, desde aquí te invitamos para cualquiera de nuestras visitas la próxima vez que vengas!
Genial. Os tomo la palabra. Un saludo
Hecho Alicia! avísanos unos días antes! un abrazo desde Sevilla
¡Genial! Os aviso 😉