Si aún no conoces la Ruta del Vino de Toro, presta atención porque voy a mostrarte este destino a través de sugerentes experiencias que despertarán tus cinco sentidos. Pasear entre viñedos regados por el río Duero, conocer el interesante patrimonio de Toro, adentrarte en alguna de sus centenarias bodegas, catar sus vinos con Denominación de Origen, dormir en un castillo rodeado de vides, tapear y comer de lujo, como no podía ser de otra manera tratándose de Castilla y León, relajarte en un spa con un tratamiento de vinoterapia…
Suena bien, ¿verdad? Pues todo esto y mucho más te espera en este rincón del sureste de la provincia de Zamora salpicado de villas y pueblos volcados en el oficio del vino.

Índice de contenidos
- 1 Ruta del Vino de Toro, un destino en siete experiencias imprescindibles
- 2 Toro, una cita con la historia
- 3 Descubre cómo es una bodega subterránea
- 4 Visita las bodegas de la Ruta del Vino de Toro
- 5 Museo Quesería Chillón
- 6 Disfruta de una experiencia wellness: spa y vinoterapia en Valbusenda
- 7 Sumérgete en la cultura del vino en el Museo Pagos del Rey
- 8 Gastronomía toresana: dónde comer en Toro
- 9 ¿Un castillo o una casa rural? Dónde alojarte en la Ruta del Vino de Toro
Ruta del Vino de Toro, un destino en siete experiencias imprescindibles
Naturaleza, arte, gastronomía, bodegas que conjugan tradición y modernidad, turismo sostenible y respetuoso con las tradiciones… Como he podido comprobar recientemente, la Ruta del Vino de Toro tiene un gran potencial que se traduce en una escapada enoturística que deja huella. Y que, además, es perfecta para todo tipo de públicos: familias, parejas, con amigos, foodies, winelovers… ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo.

Toro, una cita con la historia
Las tierras de cultivo, cubiertas de viñedos y campos de cereales regados por el Duero, marcan el camino hasta la monumental ciudad de Toro. Un reino medieval de piedras centenarias, que se eleva sobre una atalaya natural, cuajado de palacios, iglesias mudéjares, casas señoriales y monasterios que narran su historia.

Un pasado que nos habla de personajes como Juan II de Castilla, Juana la Beltraneja e Isabel la Católica -que se enfrentaron en la batalla de Toro-, María de Molina, Doña Elvira o el Conde Duque de Olivares. Todo ello en la muy noble, muy leal y muy antigua ciudad de Toro que fue sede real entre los siglos XII y XVI.

Tanto si entras por el Arco de la Corredera o por la puerta de Santa Catalina, que atestiguan la existencia de varios cinturones de murallas, desembocarás en el corazón de esta villa que conserva uno de los conjuntos artísticos más impresionantes de Castilla y León.

La Torre del Reloj situada sobre la antigua puerta del Mercado, el mudéjar de la iglesia de San Salvador de los Caballeros, el neoclásico Palacio de los Condes de Requena, la iglesia de San Sebastián con su colección de frescos góticos procedentes del monasterio de Santa Clara, el retablo mayor de San Julián, el convento del Sancti Spiritus…

Y, cómo no, la Colegiata Santa María la Mayor, la niña bonita del patrimonio toresano. Esta portentosa muestra de arquitectura religiosa, alzada al borde del barranco que enmarca las aguas del Duero, es uno de los monumentos románicos de transición al gótico más importantes de España.

Con aires de catedral, en su interior destaca la impresionante Portada de la Majestad que centra todas las miradas. La profusión de esculturas que decoran las arquivoltas, su policromía original, la armonía de todo el conjunto… Nunca un Juicio Final fue tan bello.

Con esta explosión de belleza aún en la retina, tal vez sea el momento de ir a tapear por los soportales de la plaza Mayor a la sombra del ayuntamiento y la iglesia del Santo Sepulcro. Cecina, chorizo, rabas, croquetas, bacalao o pulpo que con un buen vino de Toro son un irresistible pecado que no admite confesión.

Para bajar la comida, nada mejor que recorrer el Paseo del Espolón que discurre entre el Alcázar y los jardines de la Colegiata. ¿La recompensa? Una de las grandes postales de Toro: la del Duero trazando una majestuosa curva a los pies de la cuna del vino zamorano. Entre campos de regadío y con la meseta como telón de fondo.

Otro precioso encuadre de esta panorámica es el que nos brinda el propio Alcázar, todo un símbolo de la importancia estratégica y militar de Toro en el medievo. Aquí se encuentra el Centro de Recepción de Visitantes y, justo enfrente, el verraco celtibérico que, según dicen, dio nombre a la ciudad.

Descubre cómo es una bodega subterránea
¿Sabías que el subsuelo de la ciudad está lleno de bodegas? Así es. Excavadas bajo las casas y presentes desde la Edad Media, las bodegas subterráneas de Toro son un claro ejemplo de la identidad de una ciudad ligada a la vid y al vino.
Si quieres descubrir alguno de estos tesoros, te recomiendo adentrarte en la antigua bodega de la Cofradía de Labradores, conocida popularmente como La Niña Bonita, cuya visita gestiona el ayuntamiento.

Esta bodega histórica, que data del siglo XVII, conserva el lagar y la zona de producción, y alberga un centro de interpretación en el que descubrirás, por ejemplo, que el primer vino que llegó a América fue el de Toro a bordo de las carabelas de Cristóbal Colón, y cómo es la festividad más popular de su calendario, la Fiesta de la Vendimia. Una celebración que tiene lugar el segundo domingo de octubre y que forma parte de la memoria colectiva de toresanos y toresanas.
Visita las bodegas de la Ruta del Vino de Toro
Intenso, astringente, peleón… Tras comprobar que los mitos sobre el vino de Toro son cosa del pasado, se impone visitar alguna de sus numerosas bodegas para profundizar en su cuidadosa elaboración. Y es que, aunque inicialmente estos vinos ganaron fama por su potencia, han ido evolucionando con los años, ganando finura y elegancia, gracias al esfuerzo de cualificados enólogos que no han dejado de innovar y experimentar amparados por la Denominación de Origen Toro. El resultado no puede ser más exquisito: un variado catálogo de referencias de vanguardia que no pierden la personalidad que siempre les ha caracterizado.
Teso La Monja
Selección de racimos, despalillado a mano, pisado manual… Un magnífico ejemplo de esta nueva era de la D.O. Vino de Toro es la bodega Teso La Monja. Cinco generaciones de tradición vitivinícola que a día de hoy demuestran que la tinta de Toro se puede «domar» para apreciar mejor su elegancia. ¿Un ejemplo? Su Termanthia de 2004, procedente de cepas centenarias de viñedos prefiloxéricos, fue premiado con 100 puntos Parker en la revista The Wine Advocate.

Bodegas Fariña
Hablar de la Denominación de Origen Vino de Toro es hablar de Fariña, una bodega cuya filosofía enológica se centra en la innovación, la calidad y el respeto al terruño y a la variedad autóctona, la tinta de Toro. Sus más de 300 hectáreas de viñedo propio les permiten un control integral de la producción que da como resultado un catálogo de vinos singulares y elegantes como Pr1mero (el primer vino de maceración carbónica de la zona) y sus gamas Colegiata y Gran Dama de Toro que incluyen sorprendentes malvasías.

Divina Proporción
Que uno de sus vinos se llame Madremía ya avanza la calidad de las referencias de Divina Proporción, una bodega que en cada una de sus propuestas de enoturismo cuenta la historia que hay detrás de cada botella. Visitando la bodega, recorriendo los viñedos, degustando platos tradicionales como las patatas a la importancia en su restaurante…

Museo Quesería Chillón
Reserva, curado, en manteca… El queso de leche de oveja es uno de los referentes más exquisitos de la gastronomía de Toro y un imprescindible en cualquier cata que se precie. El mejor lugar para comprobarlo es el Museo del Queso Chillón. Y es que el atractivo de esta visita no solo se centra en conocer el proceso de la elaboración natural de este emblema de la cocina española.

Lo más interesante es que su discurso museográfico también incluye un recorrido por la historia de los Chillón, maestros queseros desde 1890.

La visita guiada finaliza con una cata de sus elaboraciones estrella en la que destacan tres de sus patentes: el queso de leche cruda de oveja al vino tinto y las emulsiones Chillón con miel y Chillón picante. ¿Sabores gourmet? Exacto. Palabra de cheeselover.
Disfruta de una experiencia wellness: spa y vinoterapia en Valbusenda
Relax y desconexión cinco estrellas en la fértil vega del Duero con Toro dominando el paisaje de viñedos. Esta es la propuesta enoturística que nos ofrece el Valbusenda Hotel Bodega & Spa. Un espectacular complejo vinícola que, además de realizar visitas a sus bodegas y catas, cuenta con un wine spa que utiliza sus propios vinos en sus exclusivos tratamientos de vinoterapia. Un viaje para los sentidos que refrenda el refrán castellano Vino de Toro, medicina para todo. ¿Te animas a comprobarlo por ti mismo?


Sumérgete en la cultura del vino en el Museo Pagos del Rey
Dirige tus pasos ahora a la zamorana población de Morales de Toro para visitar el Museo del Vino de Pagos del Rey, un potente recurso turístico que nos invita a conocer el proceso de elaboración del vino de Toro desde sus orígenes hasta nuestros días.


Las variedades de vid más características de la D.O Toro, los depósitos de vinificación originales, la sala de barricas… Cualquier aspecto relacionado con el vino está presente en el discurso expositivo de este museo interactivo que hace de la Ruta del Vino de Toro un destino imprescindible para los amantes del enoturismo.
Gastronomía toresana: dónde comer en Toro
Mesones, tascas, restaurantes de cocina de autor… Otro de los grandes atractivos de la Ruta del Vino de Toro es la gastronomía toresana que cuenta con un recetario de platos elaborados con productos típicos que respetan la tradición, ya sea en su versión más clásica como en propuestas más innovadoras. Estos son algunos de los establecimientos adscritos a esta ruta que te recomiendo probar por su calidad y excelente servicio:

- Restaurante Doña Negra – Merece la pena acercarse a este céntrico restaurante de Toro en el que el chef César Ferrada prepara especialidades como el arroz a la zamorana con costra de cerdo y chichas, y una exquisita trilogía de bacalao que ganó el primer premio al Mejor Bacalao Tradicional de Zamora en 2020. Todo ello en un acogedor local y regado con un tinto de Bodegas Elías Mora (Odreros, 10).

- La Esquina de Colás – Picoteo informal de calidad y una cuidada selección de vinos de la zona en el corazón de Toro. Equivocarse aquí es imposible ya que su carta recoge una variedad de tapas a cuál más deliciosa: tostas de autor, pulguitas, sardinas con crujiente de jamón, bacalao con salsa de champagne… ¿El escenario? Un antiguo edificio con el entramado de madera y las vigas a la vista (Plaza Mayor, 24).

- LaTinta – Déjate aconsejar y prueba delicias como el lagarto ibérico, el pulpo braseado, los champiñones o su exquisita versión del melón con jamón en formato salmorejo. Buena localización y, como dicen ellos mismos, tapas con sabor a fuego y vino (Plaza Mayor, 2).

Complejo Enoturístico LaTarce – Cocina de km.0 y estacional con un toque innovador que conserva la autenticidad de los sabores en un ambiente elegante y cálido. Su especialidad son los asados de lechazo IGP y de cochinillo al que se suman otras propuestas como la pata de pulpo braseada o la ensalada de codorniz escabechada en timbal. Recuerda dejar sitio para el postre (Carretera Medina de Rioseco, km 1).

¿Un castillo o una casa rural? Dónde alojarte en la Ruta del Vino de Toro
Hoteles de tres y cuatro y cinco estrellas, apartamentos, casas rurales… Toro cuenta con una variada oferta hotelera para todos los gustos y bolsillos. Dos recomendaciones muy distintas, pero con mucho encanto:
Monte La Reina: un castillo neogótico del siglo XIX con unas bonitas vistas de la vega del Duero convertido en un hotel boutique de 8 habitaciones decoradas con un gusto exquisito. Pasear entre viñedos, catas, senderismo… Este complejo enoturístico que aúna sus propios vinos, campo, gastronomía y ocio, resulta perfecto para darte un capricho en tierras zamoranas.

Hotel Rural Marialba: acogedoras habitaciones, huerto ecológico, salón con chimenea, piscina, un extenso jardín… Si quieres cambiar el asfalto por despertar rodeado de naturaleza, tienes una cita en el Hotel Rural Marialba, un alojamiento bioclimático que aprovecha la energía solar situado en la vega de Toro. Coqueto, espacioso y tranquilo.

Aquí finaliza este recorrido por la Ruta del Vino de Toro, espero que todas estas propuestas despierten tu interés y que busques un hueco en tu agenda viajera para viajar a Zamora. Si necesitas más información, la encontrarás en la su web oficial. ¿Brindamos?
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