Si eres de los que disfrutan conociendo cómo se celebran estas fiestas tan entrañables más allá de nuestras fronteras, toma nota porque vamos a viajar a Polonia en Navidad. Concretamente a dos ciudades, Cracovia y Varsovia, que deslumbran y enamoran con su ambiente navideño. Mercadillos, calles y plazas que parecen escenarios de cuento, belenes, pistas de patinaje, espectáculos de luces, vino caliente, dulces, villancicos… La Navidad en Polonia es pura magia y te invito a descubrirla conmigo.

Índice de contenidos
Recuperar la ilusión, sumergirnos en un mundo de fantasía, obviar lo malo y focalizarnos en lo bueno, compartir… ¿Acaso no es este el verdadero sentido de la Navidad? Para mí, connotaciones religiosas y sentimientos encontrados al margen, sí lo es y, de hecho, debo confesar que tras mi viaje a Polonia he vuelto menos ‘grinch’ y más ‘elfa’.

Y es que, a pesar de las bajas temperaturas, el ambiente que se respira en ciudades como Cracovia y Varsovia es tan acogedor que abriga el alma. Como el reconfortante sabor de un vino caliente o la sonrisa de un niño que, irremediablemente, nos traslada a nuestra infancia.
Hablar de la Navidad en Polonia es hablar de Cracovia. Y es que la antigua capital del país -por aclamación popular una de las ciudades más bellas del mundo- luce en estas fechas su cara más alegre, festiva y cálida. ¿Cómo y dónde se vive la cultura navideña en Cracovia? Aquí tienes algunas pistas para descubrirlo.

Centro histórico
¿Sabías que Cracovia logró sobrevivir casi intacta a la Segunda Guerra Mundial por su belleza? Así es. El propio Hitler vio en ella el futuro de Alemania y la indultó de los bombardeos masivos de las tropas nazis. El resultado es lo que vemos hoy: un monumental y conservado centro histórico (Stare Miasto) de trazado medieval declarado Patrimonio de la Humanidad en 1978, que brilla aún más en estas fechas.

Para descubrir el ambiente navideño de la vibrante y cosmopolita Cracovia, nada mejor que pasear por la Plaza del Mercado (Rynek Główny), una de las plazas medievales más grandes de Europa. ¿Por qué? Porque en sus 40.000 metros cuadrados late el corazón de la ciudad y porque en ella se alzan algunos de sus principales monumentos como la Lonja de Paños, la Torre del Antiguo Ayuntamiento, la basílica de Santa María o la iglesia de San Adalberto.

Un escenario de soberbia arquitectura, cuajado de restaurantes y terrazas, que acoge cada año su tradicional mercadillo navideño, el más antiguo del país, alrededor de la estatua del poeta polaco Adam Mickiewicz.


Un gran árbol que te obliga alzar la mirada, casetas de madera que huelen a sopas, dulces y vino caliente, preciosas bolas artesanales pintadas a mano, puestos de productos locales, el tradicional toque de trompeta que marca las horas… Resulta imposible no sucumbir al espíritu navideño en Cracovia.
Exposición de belenes cracovianos
Pero si hay algo que caracteriza a la Navidad en Cracovia son los «szopka«, los tradicionales belenes artesanales que se inspiran en su arquitectura y en escenas cotidianas. Estas originales composiciones, presentes desde mediados del s. XIX, han sido declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y cada año se celebra un concurso para elegir los mejores.

Aunque los verás repartidos por toda la ciudad, en vitrinas situadas en espacios públicos y en los escaparates de hoteles y restaurantes, lo mejor es que te acerques al cercano Palacio Krzysztofory, sede principal del Museo Histórico de la Ciudad de Cracovia (Rynek Główny, 35). El lugar al que son trasladados a la espera del fallo del jurado tras desfilar alrededor de la Plaza del Mercado. No lo dudes y visita esta exposición antes de que finalice en febrero de 2022.

Visitas imprescindibles en Cracovia
Aunque el objetivo de este viaje invernal es descubrir cómo se festeja el Adviento y la Navidad en Polonia, te aconsejo que reserves un hueco en tu agenda para conocer otros puntos de interés de Cracovia que aúnan pasado y vanguardia. Toma nota de estos planes:
- Subir a la colina de Wawel para descubrir la belleza del Castillo Real. Una perla arquitectónica del siglo XVI, situada a orillas del río Vístula, que alberga la impresionante Catedral de San Wenceslao y San Estanislao, el Palacio Real -hoy uno de los museos más importantes de Polonia- y la Cueva del Dragón, entre otros.
- Pasear por el barrio judío Kazimierz para no olvidar la tragedia que narra en sus calles La Lista de Schindler -la mayor parte de sus habitantes fueron deportados al gueto de Podgórze durante la ocupación nazi-, y para comprobar que hoy es la zona más trendy y animada de la ciudad. Tiendas de ropa vintage, coquetos cafés, vinotecas, librerías, galerías de arte…

- Visitar la Fábrica de Oskar Schindler, un recorrido inmersivo por Cracovia antes, durante y después de la ocupación (ul. Lipowa, 4).
- Admirar la colección de arte recopilada por la princesa Izabela Czartoryska para preservar el patrimonio polaco en el Museo Czartoryski. Entre las numerosas obras de arte que se exponen se encuentra La Dama del Armiño de Leonardo da Vinci (ul. Pijarska, 15).
Otro nombre propio de la Navidad en Polonia es Varsovia ya que la radiante capital del país también se viste de gala para para celebrar estas fechas convirtiéndose en un escenario de cuento ideal para despedir el año.

Para comprobarlo, lo mejor es recorrer sin prisa la Ciudad Vieja (Starówka). Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sus encantadoras casas de colores lucen guirnaldas luminosas y sus callejuelas se engalanan con decoraciones que son pura fantasía. ¿Qué lugares no debes perderte para disfrutar de la Navidad en la ciudad favorita de Chopin?
Plaza del Mercado
Una coqueta pista de patinaje rodea el monumento a la Sirenita, símbolo oficial de la ciudad. Huele a gofres y a vino caliente, y unos tímidos copos de nieve se deslizan desde el cielo. Has llegado a la plaza del Mercado, la más antigua y, en mi opinión, más bonita de Varsovia.

Para contemplarla a vista de pájaro, puedes entrar en el Museo de Varsovia y, tras empaparte de historia, subir al mirador de la quinta planta donde te espera una privilegiada panorámica de la plaza y de la Ciudad Vieja.
Plaza del Castillo
Otro epicentro de la Navidad en Varsovia es la plaza del Castillo (Plac Zamkowy) donde se ubica el Castillo Real. Antigua sede de los monarcas polacos, sus muros cobijan obras de Rembrandt y las pinturas de Canaletto en las que se basó la reconstrucción de la ciudad tras la Segunda Guerra Mundial.

Junto a este soberbio palacio se encuentra la esbelta columna del rey Segismundo III y entre ambos, un majestuoso abeto que al caer el sol se convierte en el protagonista de este emblemático rincón de Varsovia. Si buscas la mejor postal de esta animada plaza, la encontrarás en la azotea de la iglesia de Santa Ana.
Aunque hay mercadillos de Navidad en varios barrios de la capital, el más clásico es el que discurre junto a la muralla y la Barbacana entre puestos de artesanía, preciosos adornos tallados en madera y productos típicos como quesos, mieles, sopas, salchichas y dulces. Procura cambiar unos cuantos euros a moneda local (zloty), porque seguro que querrás llevarte algún detalle para recordar un viaje tan especial como este.

Ruta Real
El cuento navideño en Varsovia continúa con las preciosas decoraciones que jalonan la Ruta Real, un itinerario de extraordinaria belleza que engloba iglesias, palacios, parques históricos y tres residencias reales: el ya mencionado Castillo, el Parque Real de Łazienki y Wilanów. Presta especial atención a la iluminaciones de las calles Krakowskie Przedmieście y Nowy Świat. ¡Te sorprenderán!

Jardines reales del palacio de Wilanów
El broche de oro de este viaje al corazón de la Navidad en Varsovia no puede ser otro que los maravillosos decorados que engalanan el palacio de Wilanów, donde finaliza la Ruta Real.

Y es que la antigua residencia veraniega del rey Jan II Sobieski, reconvertida hoy en un museo de interiorismo, cuenta con unos bucólicos jardines que se iluminan con miles de luces led formando una sinfonía de colores y música clásica realmente impresionante. Como también lo es el espectáculo de videomapping que se proyecta en la fachada de esta joya del barroco.

Visitas imprescindibles en Varsovia
Si quieres comprender el pasado y el presente de la capital polaca, aprovecha tu estancia en Varsovia para conocer otros imprescindibles como:
- Museo de la Historia de los Judíos Polacos POLIN: un viaje a través de la milenaria historia de los judíos polacos que no deja indiferente. Tampoco su ubicación ya que está situado en el que en su día fue el gueto de Varsovia. En su fachada se puede leer la palabra hebrea Polin que significa ‘Polonia’ y ‘aquí descansarás’.
- Barrio de Praga: edificios de los años 60, patios, pequeños altares, street art, el Museo del Vodka Polaco… Déjate caer por la zona más genuina de la actual Varsovia que no fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial.

- Museo de los Neones: situado en una antigua fábrica, este museo exhibe una interesante colección de carteles publicitarios que formaron parte del paisaje urbano de la Polonia de posguerra.
- Palacio de la Cultura y la Ciencia: construido en los años 50, el edificio más alto del país es hoy un centro cultural que cuenta con varios teatros y museos. No olvides subir al mirador para disfrutar de las panorámicas que desde aquí se divisan.
Uno de los grandes atractivos de Polonia en Navidad es su gastronomía que en estas fechas del año presenta un festival de sabores a cual más delicioso. Ya sea en los mercadillos o en un restaurante, no deberías dejar de probar estas tentaciones locales:
- Pierogi: estas empanadillas, que se elaboran cocidas o fritas con distintos rellenos, es el plato más típico y popular. ¿Mis favoritos? Los pierogi ruskie (patata, queso fresco y cebolla).
- Sopas típicas: además de la exquisita sopa de remolacha, también te recomiendo probar otras especialidades como la sopa de tomate, de setas o más contundentes con fideos o carne.
- Chocolate Wedel: absolutamente delicioso y adictivo, fue mi mejor aliado contra el frío

- Obwarzanek: rosquillas de pan con semillas de amapola
- Vino caliente: otra opción para entrar en calor muy demandada por polacos y turistas
Con estas recomendaciones gastronómicas concluye este cuento de Navidad en Polonia, un país que deberías tener en cuenta para viajar en estos días tan señalados. Te aseguro que te encantará.
Nota: este viaje ha sido posible gracias a Turismo de Polonia. Toda la información ofrecida y mis opiniones están basadas en mi propia experiencia. Y si quieres ver cómo fue mi viaje en tiempo real, no te pierdas las historias destacadas de mi cuenta de Instagram.
Polonia fue mi último viaje antes de la Pandemia y es un país que me fascinó. Recuerdo que cuando fui me quedé pensando en cómo sería en Navidades y he topado hoy con tu artículo lleno de preciosas fotos e información y me ha encantado ¡Espero ir en algunas navidades! ¡Muchas gracias!
Polonia en Navidad es pura magia, Cristina. Te encantará